25 años
La PolicÃa Nacional ya habÃa identificado «a los cinco implicados en el atraco del aeropuerto», en la terminal de Iberia Cargo, donde consiguieron un botÃn de 760 millones de pesetas. Fue el mayor golpe en la historia de la isla, según publicó Diario de Ibiza el 7 de febrero de 1993. Se creÃa que estaban en Francia y que todos tenÃan antecedentes en ese paÃs. Esperaron pacientemente en la isla hasta que disminuyó la presión policial, para repartirse luego el dinero y refugiarse luego en la PenÃnsula y en el paÃs galo.
La ONCE repartÃa 50 millones de pesetas en el sorteo del 8 de febrero: el número 16.809 fue el agraciado
Mientras aquellos 760 millones se esfumaban, la ONCE repartÃa 50 millones de pesetas en el sorteo del 8 de febrero: el número 16.809 fue el agraciado. Lo vendió Antonio Guerrero Valverde a la salida del edificio de los juzgados.
Aquel mismo dÃa se supo que el congreso del Partido Popular habÃa rechazado una enmienda presentada por MarÃa Luisa Cava de Llano en la que proponÃa legalizar el consumo de drogas. Jaime Mayor Oreja se opuso tajantemente. Cava de Llano argüÃa que aunque su consumo fuera perjudicial y reprobable por la sociedad, no se deberÃa meter en la cárcel a todos los drogodependientes.
El verano prometÃa: se preveÃa la visita de 200 cruceros, el doble que un año antes. Y eso que aún no se habÃa construido el dique de es Botafoc.
50 años
En 1968 sólo llegaba a Ibiza un canal de televisión, el VHF. Pero la población se alegró cuando el 10 de febrero se anunció, a través de este diario, que el UHF, la segunda cadena de TVE, se recibirÃa en los hogares con tele de Ibiza antes de que acabara el año: «Muchos se preguntarán qué tendremos que hacer con nuestros televisores para poder ver ese canal», preguntaba retóricamente un redactor. «Pues bien –explicaba a continuación– según nuestras noticias, todos los televisores construidos a partir de 1965 llevan incorporado el tuner». Pero sólo en «marcas conocidas», ojo, no en «firmas menores.Además se deberá añadir una antena, que costaba «600 pesetas». Mientras, los almendros al fin florecÃan: «Sea por la sequÃa o no sabemos por qué causa cósmica, la flor del almendro se negaba a aparecer y durante todo el pasado mes el gris ha sido la caracterÃstica de la campiña». Y eso que aún no habÃa cambio climático.
75 años
El Frente de Juventudes organizaba aquella segunda semana de febrero de 1943 una carrera ciclista que se promocionaba en Es Diari de la siguiente guisa : «Si no nos es infiel la memoria, recordaremos haber visto, en los dÃas cálidos del 42, unas pruebas sobre ciclismo [en las que] camaradas entusiastas bañáronse en el sudor y la emoción deportiva de la juventud». Como esa juventud no podÃa «estar más empedernida por el vicio», el deporte los alejarÃa «del precipicio» moral. Al autor del texto le entusiasmaba saber que en breve verÃa en la meta «los pechos que van a estrellarse contra las frescas brisas». Lógico que a cinco dÃas del campeonato sólo se hubieran apuntado cuatro «camaradas».
100 años
Aquella segunda semana de febrero de 1918, Ibiza se preparaba para celebrar los carnavales, para los que el alcalde, Juan Escandell Ferrer, hizo saber, a través de un bando, que el jolgorio tenÃa lÃmites. DecÃa que avisaba mediante ese escrito público «para prevenir disgustos y alteraciones en el orden público».
PermitÃa durante los tres dÃas «el uso de disfraz y careta», pero sólo «durante las horas del dÃa», es decir, «desde la salida a la puesta de sol». De noche, no.
Y ojo: quedaba prohibido terminantemente «hacer parodia alguna que pudiera ofender a la religión, a las buenas costumbres y a las personas». Por ejemplo, que a nadie se le pasara por la imaginación vestir «indumentaria de los ministros» del cristianismo, ni de órdenes militares ni llevar insignias o condecoraciones oficiales del Estado. Además, no estaba permitido disfrazarse con «trajes indecentes e indecorosos» ni hacer discursos «satÃricos, insultos o frases inconvenientes».
Se prohibÃa «en absoluto arrojar papelitos llamados confetis de varios colores mezclados, asà como arrojar lÃquidos de cualquier clase a las personas». Sólo se consentÃa que esos confeti fueran «de un solo color». Y si se tiraban serpentinas, debÃa hacerse sin molestar. Otra prohibición: recoger del suelo esos confeti ya arrojados, asà como la venta de papelitos de colores mezclados.
Y el alcalde recordó que el gobernador civil habÃa prohibido terminantemente «la mascarada llamada entierro de la sardina o gato, que se venÃa celebrando la primea noche de cuaresma». No se podÃa celebrar para «mantener el alto concepto que merecen los prestigios de la religión y en evitación de escándalos que desdicen la cultura y que pueden derivar en desórdenes».
Quien pese a lo avisos hiciera caso omiso, se enfrentaba a multas de una a 25 pesetas, comiso de las mercancÃas y denuncia ante los tribunales ordinarios.
Pero papelitos de colores, según Es Diari, hubo pocos aquellos dÃas: «No hubo derroche de serpentinas ni confeti, pues el papel se ha encarecido bastante y luego porque… no está el horno para bollos», dejaba clarÃsimo el redactor del periódico. HabÃa una guerra mundial, hambre, carestÃa… Carnaval se celebró «con bastante menor animación» que otros años. Pese a todo, hubo bailes en el CÃrculo Ibicenco, en el Casino, en el Teatro Pereyra y en el Pabellón Serra.