Emotiva, vital, perfeccionista con su trabajo y con mucha fuerza, así se define Elisabeth Ollé, la artista que presenta en Ibiza su exposición ‘Diálogos’, en la Galería Alcolea hasta el 14 de agosto. Considera el dominio de las técnicas como algo fundamental, el juego y la combinación de ellas es parte de la esencia de su trabajo. Esta apasionada del arte rinde homenaje a sus grandes referentes de la pintura del siglo XX.
¿Qué significa para usted el arte?
No concibo mi vida sin mi proyección artística. Me sirve como terapia personal, es una manera de sentirme en paz conmigo misma y con el mundo en general.
¿Por qué eligió ser artista, qué le impulsó a ello?
Con la muerte de mi madre a edad temprana, siete años, mi padre y mi pintura fueron la base y el sustento de mi estabilidad emocional. El arte fue mi refugio. Yo siempre he tenido un impulso muy creativo y empecé a pintar y me encerré en mi propio mundo. Esta es mi pasión y mi proyecto de vida.
¿Dónde recibió su formación como artista y cómo ha influido esto en sus obras?
Llevo ya muchos años siendo artista. He estudiando en Italia, en Oxford y en Barcelona. Yo soy española, pero mi madre y mi abuela eran venezolanas y he vivido muchos años en Venezuela donde me impregné de lo que son los colores planos, la cultura popular, la selva y de una dinámica más libre. En cada época de mi vida he tenido un desarrollo artístico diferente y, poco a poco, he ido encontrando mi camino. Para mí cada obra es una nueva aventura.
«el arte es una forma de poder conectar mi mundo interior con los demás»
¿Quiénes son sus artistas referentes?
Picasso, Matisse, Fernand Leger, Yayoi Kusama, Roy Lichtenstein…
¿Cómo definiría su estilo artístico, tanto en pintura como en escultura?
Es como un juego donde vas cambiando y combinando elementos, todo es guiado por las emociones y los sentimientos del momento.
‘Diálogos’, es el título elegido para esta exposición ¿por qué este nombre?
La idea es establecer un diálogo entre mi lenguaje personal y el lenguaje personal de los diferentes artistas vanguardistas del siglo XX.
¿Por qué ha elegido Ibiza para ello?
Siempre he pensado que mi obra puede encajar muy bien en Ibiza porque hay un público muy internacional con el que conecto muy bien.
¿Qué busca transmitir con sus obras?
Optimismo, alegría de vivir, vitalidad. Lo importante es el poder conectar con una obra entiendas o no de arte. Primero debe de atraerte visualmente y posteriormente vas descubriendo todo lo que hay detrás, los viajes, las horas de trabajo y estudio… Me gustaría que mis obras fuesen compañeras de vida.
La figura femenina es predominante entre sus obras, ¿cuál es el motivo?
No lo sé. No sé si es porque yo no he tenido madre o porque yo soy mujer, pero me apasiona mucho la figura femenina. Es como la madre del universo, un ser muy completo, da la vida, es una guía, simboliza la fertilidad… A pesar de que muchos de los artistas en los que me inspiro son hombres, considero que la mujer tiene un papel fundamental en el mundo y en la cultura y hay que reivindicarlo como mujer que soy.
¿Qué no puede faltar en una obra suya, cuál es su sello de identidad?
En la pintura no podría faltar el color, la expresividad y la precisión, pienso que es igual de importante ser preciso como expresivo. En la escultura soy más conceptual. Mis obras son guiños a la historia del arte y el espectador debe ir descubriéndolos.
«quise hacer una lectura de las tradiciones españolas con un aire más moderno»
En esta exposición vemos un claro guiño a la cultura española, al flamenco, ¿Por qué?
Yo funciono mucho por imágenes de impacto. Una vez estaba viendo un catálogo de Eduardo Arroyo y me gustó su manera de darle un aire contemporáneo a algo tan clásico como una flamenca. He trabajado el mundo y las fiestas populares venezolanas y cuando volví a España pensé que por qué no podría yo hacer una diferente lectura de las tradiciones españolas y darlas a conocer desde mis ojos, con un aire más contemporáneo, más surrealista e ingenuo.
Pinta cuadros, pero también hace esculturas, ¿dónde se siente más cómoda?
Siempre me había gustado la escultura y decidí empezar hace unos años. A raíz de un mecenas que me encargó que le hiciese esculturas. Me siento cómoda con las dos disciplinas.
¿Qué proyecto tiene a corto y a largo plazo?
Como proyectos actuales tengo una exposición en París, en la Galería Saphir, y en Miami, en la Galería Curator’s Voice Art Projects. Y, a largo plazo, en 2018, tengo una exposición en Barcelona, en HG Gallery, y seguir proyectándome internacionalmente.
¿Qué legado le gustaría dejar al arte?
Me gustaría reivindicar el papel de la mujer artista y quiero recuperar el legado del arte clásico, de las vanguardias, del siglo XX. Quiero mantener viva la llamada del arte. Amar al pasado, a nuestra herencia cultural es amarnos a nosotros mismos, ese sería mi legado. Una experiencia visual que aúne