âEl miĂ©rcoles, 28, en la plaza de Toros, a mil pelas la entrada, la primera de las grandes actuaciones que estĂĄn previstas en nuestra isla este verano, que resucitarĂĄn âojalĂĄâ un poco este medio zombie semi vivo semi muerto que es la mĂșsica en Ibiza. El encargado es alguien ya semimĂtico, el jamaicano Robert Nesta Marley, nacido en Jamaica en 1945, hijo de un militar britĂĄnico y una madre negra. Pocas veces vio a su padre, pues Ă©ste muriĂł pronto. Nunca tuvo, pues, el joven Bob que plantearse el dilema de su raza. CreciĂł en un ambiente muy religioso, pero sus otros cuatro hermanos y Ă©l tenĂan que comer, aparte de ayudar a la madre y a los demĂĄs parientes, y Bob pĂșsose a trabajar de soldador, al tiempo que empezaba a soñar ya con ser mĂșsico.
(…) âNuestra intenciĂłn âdijo una vezâ es despertar al pueblo negro de su sueño de siglos para hacerles ver lo que sonâ. DetrĂĄs de Bob hay otros muchos mĂșsicos, prĂĄcticamente desconocidos, cataliados ahora y que irĂĄn poco a poco surgiendo. Y tras el reggae, no sĂłlo un fenĂłmeno musical, sino toda una significaciĂłn religiosa. Los rastas son una especie de revolucionarios mĂsticos, quecitan frecuentemente a la Biblia y otros pasajes hebreos y confĂan en el retorno al continente africano (…)â.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
25 de junio de 1978