ETA asesina a SantamarĂ­a

-

25 años

ETA asesinĂ³ a JosĂ© Antonio SantamarĂ­a la noche del 19 de enero de 1993 de un solo tiro en la nuca, mientras el expropietario de la discoteca KU (declarada poco tiempo antes en quiebra) y exjugador de la Real Sociedad cenaba junto a unos amigos y su hermano en una sociedad gastronĂ³mica de San SebastiĂ¡n, justo al inicio de las fiestas de la ciudad. Desde los medios afines a la banda terrorista se quiso excusar aquel asesinato por los supuestos vĂ­nculos del empresario con el narcotrĂ¡fico, algo que tanto SantamarĂ­a como partidos, medios, personas cercanas y asociaciones vascas negaron tajantemente y calificaron de falsas acusaciones. «Me han colocado en el ojo del huracĂ¡n», habĂ­a señalado poco antes a Es Diari: «Las acusaciones contra mĂ­ se hacĂ­an con un doble fin, puesto que siempre aparecĂ­a mi amistad con Txiqui Benegas [secretario de organizaciĂ³n del PSOE]. SĂ© que han sido maniobras polĂ­ticas y que yo, en realidad, no era el objetivo, sino el medio para hacer daño a otras personas».

50 años

Mientras el edificio de la central elĂ©ctrica de GESA en Formentera estaba a punto de ser concluido,el 17 de enero de 1968 llegaban a la isla, a bordo del motovelero ‘Berta Costa’, los dos grupos de 300 kilowatios que debĂ­an iniciar la producciĂ³n de energĂ­a para la isla, si bien en cuatro años llegarĂ­a por cable.

TecnologĂ­a alemana.

En Ibiza se creaba, por medio de la DelegaciĂ³n del Gobierno, un servicio especial de vigilancia de los precios de los artĂ­culos de primera necesidad, disparados en esa Ă©poca por la inflaciĂ³n, un mal de este paĂ­s durante muchos años. Y la Guardia Civil detenĂ­a a un peligroso ladrĂ³n que habĂ­a asaltado cinco casas: en el momento de ser arrestado se hallaron en su posesiĂ³n tres aparatos de radio, una maleta, un rifle y, ojo, una plancha elĂ©ctrica y una batidora. Gran operaciĂ³n.

75 años

Cuando aĂºn se arreglaban las medias.

Si en 1968 aĂºn padecĂ­an las calamitosas conexiones telegrĂ¡ficas, radiofĂ³nicas y televisivas, quĂ© decir de 1943. Cuatro años despuĂ©s de acabada la Guerra Civil, el alcalde seguĂ­a intentando mejorar las comunicaciones, que como Es Diari explicĂ³ el 16 de enero de 1943, funcionaban de la siguiente manera: «Ya sabemos que suple la comunicaciĂ³n cablegrĂ¡fica una oficina o estaciĂ³n de radio, pero, por mala ventura de ese menguado artefacto, no ya excepcionalmente sino como achaque ya crĂ³nicamente irremediable de meses y meses, van y vienen por correo los dichosos radiogramas». Era mucho decir en esa Ă©poca, cuando el Estado controlaba con mano de hierro los medios… y la Falange organizaba carreras ciclistas en las que sĂ³lo podĂ­an participar los «camaradas» afiliados.

La isla celebrĂ³ que, como publicĂ³ este periĂ³dico, el alfĂ©rez Arsenio Masip pidiera «la mano de la distinguida y bella señorita Dolores Pineda».

100 años

Aumentaban los problemas tras la anulaciĂ³n de la lĂ­nea directa con Barcelona. En la segunda semana de enero se empezaba a notar la escasez de productos bĂ¡sicos, como la harina: «Es menester que tanto Barcelona como Valencia y Alicante, que nos piden carbĂ³n, nos envĂ­en a cambio harinas, porque no queremos perecer de hambre», se advertĂ­a en Diario de Ibiza. Como la que pasaban en esas ciudades aludidas y que provocaba altercados e, incluso, muertes. «En muchas panaderĂ­as» de Vila no se pudieron encender los hornos durante la semana del 14 al 20 de enero de 1918. SĂ³lo pudo una, pero encareciendo el pan 10 cĂ©ntimos.

Mandarinas a buen precio.

Por menos, en otros paĂ­ses se habrĂ­a invadido Polonia: «AquĂ­ lo mĂ¡s grave que puede ocurrir es quedarnos sin arroz y harinas. Entonces sĂ­ que se propagarĂ­a la llama del conflicto y encenderĂ­a la rebeldĂ­a en todos, pobres y ricos, pues por igual sufrirĂ­amos los rigores el hambre», alertaba Es Diari. No se recibĂ­an esos productos, pero tampoco se podĂ­a exportar el carbĂ³n vegetal ibicenco a Barcelona pese a la demanda que allĂ­ habĂ­a, foco de refriegas entre la poblaciĂ³n y las fuerzas de orden pĂºblico.

Desde Ibiza se pedĂ­a al Ministerio de Fomento que repusiera la lĂ­nea directa con la Ciudad Condal, cuya supresiĂ³n en diciembre estaba causando «graves trastornos» que privaban a la isla y a Barcelona de «mutuos y vitales elementos». La exportaciĂ³n era sumamente complicada: entre los dos puertos habĂ­a escalas, lo que subĂ­a los portes; ademĂ¡s, los materiales debĂ­an cargarse en Ibiza desde barcazas, no directamente desde el muelle.

JosĂ© Miguel LĂ³pez Romero
JosĂ© Miguel LĂ³pez Romero
Periodista. Redactor de Diario de Ibiza