“El recibimiento que tuvo S. M. fue verdaderamente entusiasta, acompañándolo toda la carrera vivas y aclamaciones que no pasaron sin embargo del límite del sentimiento para llegar á la ficción. Una lluvia de flores partiendo de todos los balcones del tránsito cubría continuamente á S. M.
El Rey recibía esas muestras de cariño con verdadera complacencia y saludando con suma amabilidad.
En la Capilla de San Ciriaco que se levanta en el histórico sitio por donde entraron las huestes cristianas cuando la reconquista, recibió a S. M. el Cabildo Catedral dándole á besar la Vera Cruz y acompañándolo luego bajo palio.
Al entrar en la plazuela de la Catedral el batallón infantil le hizo los honores con admirable precisión. S. M. se sonrió muy complacido y al pasar por frente á la bandera volvióse hacia ella saludándola militarmente.
Cantando el solemne Te Deum y a pesar del respeto que aquí se tiene á los sagrados lugares, se dieron en el interior de la iglesia varios vivas al Rey, que fueron contestados por mil voces con entusiasmo, demostrando á S. M. la simpatía y el cariño que á su pueblo supo inspirar.
Visitó luego S. M. el baluarte hablando con el teniente de artillería nuestro amigo Sr. Ruiz sobre las piezas allí emplazadas y contempló luego con verdadero interés nuestra campiña contestando á las explicaciones del Sr. Obispo con una exclamación más elocuente que cuanto quisiéramos decir de la impresión de la impresión recibida “¡Qué precioso es esto! ¡Es muy hermoso!”.
Siguió luego la regia comitiva hacia la Casa Ayuntamiento donde desfilaron ante S. M. todas las Autoridades, Corporaciones, Clero y Ayuntamientos foráneos.
El Vicario Capitular, Sr. Marí, saludó al Rey con un sentido discurso que terminó con un frenético viva S. M. el Rey.
Visitó luego S. M. el Monumento á Vara de Rey que hubo de inaugurarse sin descubrirse por haberse de ello encargado el ventarrón reinante.
Subió á la Regia Tribuna, bajo la cual formaban dos Compañías de Cazadores y la Compañía Infantil, S. M. seguido de la comisión ejecutiva del Monumento.
(…) Inaugurado el Monumento, S. M. se embarcó saliendo enseguida para Melilla”.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
26 de abril de 1904