āPero lo que no resulta tan fĆ”cil al cronista es la descripciĆ³n de los verdaderos sentimientos de un pueblo. Esa emociĆ³n interna que invadĆa el pecho de todos los ibicencos, y que resulta imposible describir porque sus manifestaciones externas son mĆŗltiples y variadas. Desde el que aplaude frenĆ©ticamente sin poder articular una palabra porque la emociĆ³n que le embarga ha paralizado sus cuerdas vocales, hasta la reacciĆ³n de los ancianos, que, sin fuerzas fĆsicas para aplaudir, borbotean su incontenible emociĆ³n con gruesas lĆ”grimas, que humedecen sus enjutas y rugosas mejillas. (…) DirĆ© tan solo que el homenaje de Ibiza a S. E. el Jefe del Estado fue la expresiĆ³n clara del seƱorĆo de un pueblo que se siente agradecido y admira fervorosamente a Franco (…)ā.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
11 de octubre de 1955