“(…) El rojo y gualda de la enseña nacional ondeaba en todos los edificios públicos y cubría casi por completo los antepechos de los balcones de nuestra ciudad.
La diana de nuestras Falanges Juveniles nos abrió los ojos a esta maravillosa jornada, en la que nuestro pueblo expresó una vez más su entusiasta adhesión al Caudillo forjador de la Victoria y su admiración y gratitud al glorioso Ejército Salvador de los valores eternos de nuestra Patria.
(…)Terminada la Santa Misa se inicia el Desfile de la Victoria ante una multitud emocionada. (…) Brillantísimo resultó este desfile de la Victoria con el relampaguear de los rayos solares en cascos y aceros de las bayonetas, el acompasado andar de cabalgaduras y soldados y las vibrantes notas de trompetas y redobles de tambores, al unísono del latir de nuestros corazones, envuelto todo ello en una atmósfera de sol radiante y brisa primaveral.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
3 de abril de 1948
