Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y los estados del Benelux firmaban el 18 de marzo un pacto para la mutua defensa, que durará 20 años. El cumplimiento de este pacto será obligación de una Organización del Atlántico Norte (OTAN).
La OTAN garantizará la asistencia mutua en el caso de que cualquiera de sus miembros sea objeto de una agresión. Estados Unidos, además, se compromete a suministrar a sus aliados armas más modernas.
Las tareas de control y la coordinación de las fuerzas militares comprometidas en el pacto estarán a cargo de un consejo integrado por jefes militares de todos los países firmantes y por un comité de defensa que será rotativo.
Nada más hacerse públicos los términos del acuerdo, varios países de Europa anunciaban su intención de integrarse en la OTAN, mientras delegaciones de otras naciones, como Portugal, Dinamarca e Islandia, enviaban a Washington comisiones encargadas de examinar el texto. El senado italiano aprobaba una moción a favor de la incorporación en esta organización.
Como era de esperar, la creación de la OTAN ha desatado duras críticas desde la URSS y sus países aliados, que con toda seguridad responderán con organizaciones paralelas. El mundo parece encaminarse hacia una polarización cada vez mayor.