“Una mañana luminosa de agosto, pletórica de optimismo. El edificio del Club Náutico soberbiamente engalanado, banderas al viento, alegría, anticipo de la fiesta. Las embarcaciones lucen también sus empavesadas; los yatmans extranjeros que son nuestros huéspedes engalanaron los mástiles con profusión de banderas (…). El acto de inauguración resultó muy solemne. Descorriéronse, mediante unas cintas, las banderas española e ibicenca, lo que efectuaron los padrinos (…).
Seguidamente hizo uso de la palabra el presidente del Club señor Costa. Empezó diciendo que causas imprevistas habían obligado a suspender el acto de la bendición. Ya tenemos -añadió- el local para la sociedad (…).
Visitamos el vasto edificio, pudiendo desde el primer momento apreciar las inmejorables condiciones que reúne para el fin que persigue. El salón principal es verdaderamente espléndido. Hay además cantina, cocina, lavabos, waters, cuarto de baño, ducha, etc. (…).
Sin temor a equivocarnos diremos que el Club Náutico de Ibiza está llamado a ser, por sus condiciones únicas, la más importante sociedad de esta isla”.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
16 de agosto de 1932