āSi nuestra isla es ya de por sĆ atrayente y sugestiva, aparte de hermosa aunque haya quienes parezcan empeƱarse en estropearla, la nueva iluminaciĆ³n de las Murallas, de la Catedral y de toda Dalt Vila en general, da a la ciudad un nuevo aliciente, amĆ©n de ofrecer un espectĆ”culo de inenarrable belleza. En nuestra ediciĆ³n de ayer publicĆ”bamos ya una bella estampa de la ciudad baƱada en las sombras de la noche e iluminada magnĆficamente.
Hoy les ofrecemos este reportaje grĆ”fico en la certeza de que el lector abundarĆ” en nuestra misma opiniĆ³n. La iluminaciĆ³n es todo un acierto de armonĆa y no dudamos encantarĆ” a propios y extraƱos. Ibiza sigue siendo luminosa y bella, y ahora, de noche, mĆ”s que nunca. En esta ocasiĆ³n, como en muchas otras, las imĆ”genes dicen mĆ”s que mil palabras y son la mejor prueba de cuanto decimosā.
(Texto original)
Diario de Ibiza.
25 de julio de 1980