“A las 10,30 de la mañana aterrizó en el Aeropuerto de Ibiza el avión Mystère de la Subsecretaría de Aviación Civil, en el que viajaban los Príncipes de España, don Juan Carlos de Borbón y doña Sofía (…).
La comitiva de los Príncipes y personalidades que les acompañaban llegó a la ciudad, en el Paseo Vara de Rey, donde una inmensa multitud aclamó y vitoreó incesantemente a los Príncipes de España. Don Juan Carlos pasó revista a una compañía del Regimiento de Infantería Teruel 48, con bandera, escuadra y banda. Terminado el acto, los Príncipes y acompañantes se dirigieron al Ayuntamiento de la ciudad. Durante el recorrido por las calles engalanadas, el pueblo ibicenco acompañó en todo momento la comitiva. En la plaza de España, el Ayuntamiento bajo mazas y con la bandera nacional y el Pendón de la Ciudad, esperaba a los Príncipes, los cuales después de saludar a los miembros de la Corporación Municipal lo hicieron a los del Consejo Local del Movimiento.
(…) El alcalde de Ibiza, don Enrique Ramón Fajarnés, les dio la bienvenida con las siguientes palabras: “Altezas, cúmpleme hoy el gran honor, en representación de los habitantes de este rincón del suelo patrio el daros la bienvenida. Ibiza es capital de esta isla mediterránea, que ha reconocido la presencia en su suelo de tantas civilizaciones (…) Aceptad nuestro profundo reconocimiento por esta visita, con la seguridad de nuestra leal adhesión a vuestras personas, al Caudillo y a los ideales que representáis (…)”.
El Príncipe le contestó diciendo: “(…) En estas tierras se respira paz y tranquilidad y la combinación perfecta del clima y paisaje da como resultado un ambiente acogedor que convenientemente aprovechado debe servir para potenciar las enormes posibilidades de esta bella isla (…)”. Los Príncipes se trasladaron a Santa Eulalia donde también fueron recibidos por todos los habitantes de la Villa y ante la Casa Consistorial, el alcalde presentó a los miembros de la Corporación (…). Los Príncipes se trasladaron seguidamente a la Villa de San Antonio. En San Rafael hicieron una breve parada para visitar la iglesia y admirar el paisaje que desde allí se domina. En San Antonio, los jardines del Paseo Marítimo estaban ocupados por todos los habitantes de la Villa, que recibieron los grandes vítores a sus Altezas Reales (…).
Por la tarde se trasladaron a la villa de San José, donde en la plaza de la Iglesia, el grupo folklórico les ofreció una exhibición de danzas ibicencas. Después de visitar la iglesia, le fue ofrecida a la Princesa doña Sofía, por el Alcalde de San José, una artística joya de una ‘emprendada’ ibicenca (…).
(Texto original)
Diario de Ibiza.
1 de diciembre de 1973