En un medio de comunicación donde todo lo que se hace se ve al día siguiente, el área de administración trabaja en silencio, sin que se note, pero está igual de viva que el resto.
La rotativa de Diario de Ibiza se convierte cada noche en la correa de transmisión entre la redacción de las noticias y el lector a través de un complejo y curioso proceso técnico
Una única redacción produce contenidos para la web y para el papel con los mismos criterios de calidad y la misma garantía avalada por la marca informativa.
Los suplementos de un diario le dan aire. Intercalados en el interior de sus páginas, tienen vida propia y están en permanente contacto con el día a día del diario
A lo largo de estos 125 años todas las redacciones del mundo han tenido que adaptarse a los cambios que exigía la sociedad de cada época, algo que también ha tenido que hacer la redacción de Diario de Ibiza.
Tras un mes de funcionamiento en pruebas, el 14 de noviembre de 1998 salió a internet la edición digital de Diario de Ibiza. El lanzamiento coincidió con el rediseño de la edición impresa, que no actualizaba su imagen desde 1993.
Diariodeporte ha acogido en sus páginas a un apabullante número de deportistas pitiusos de las más variadas disciplinas posibles, premiando su esfuerzo, publicando sus logros, con independencia de su importancia y del deporte que practicaran.
El barrio de la Marina era el centro neurálgico y comercial de Ibiza, así que no es de extrañar que buena parte de los negocios coetáneos a la fundación de Diario de Ibiza que todavía siguen en funcionamiento se ubiquen en este histórico barrio.
Hasta bien avanzado el siglo XX, los textos de Diario de Ibiza se componían aún con el mismo sistema artesanal de las primitivas imprentas empleado durante los quinientos años precedentes: formando las palabras con pequeñas letras metálicas de relieve invertido, colocadas a mano una a una y agrupadas dentro de cajas de madera; el armazón de líneas y columnas resultante se impregnaba luego de tinta y las hojas de papel se prensaban sobre él para que los textos quedaran impresos y legibles.