Los suscriptores son el futuro de los periódicos. Personas que pagan por una información de calidad, muy costosa de obtener y que es fundamental para los ciudadanos de las sociedades democráticas
Los suplementos de un diario le dan aire. Intercalados en el interior de sus páginas, tienen vida propia y están en permanente contacto con el día a día del diario
Los periódicos triunfan o fracasan, prosperan o sucumben, por la calidad de su información y su capacidad de ser útiles a sus lectores, adaptándose a sus intereses.
Las letras, grabadas en una placa dorada, se pueden leer, ahora, casi con la misma claridad con la que se debían distinguir en 1893, cuando la Imperial Press de 1857, la primera imprenta que tuvo Diario de Ibiza, llegó a la isla.
Siete meses después de que Luz Ribas perdiera a su marido, estalló la Guerra Civil y el bando republicano, que inicialmente se hizo con las riendas del poder en la isla, «le quitó» el diario.
Després de la seva desaparició per mor de la guerra civil, reapareixia el Diario de Ibiza. Al dia següent, la redacció publicava una nota d’agraïment per la bona rebuda
Hasta bien avanzado el siglo XX, los textos de Diario de Ibiza se componían aún con el mismo sistema artesanal de las primitivas imprentas empleado durante los quinientos años precedentes: formando las palabras con pequeñas letras metálicas de relieve invertido, colocadas a mano una a una y agrupadas dentro de cajas de madera; el armazón de líneas y columnas resultante se impregnaba luego de tinta y las hojas de papel se prensaban sobre él para que los textos quedaran impresos y legibles.
Diario de Ibiza ha sido el transmisor del día a día de los miles de habitantes de unas islas en las que el deporte ha tenido siempre un destacado protagonismo.